A partir de la crisis anterior se forma otra
orientación científica. Ésta se centraba en los mecanismos internos del cuerpo
y la mente y por lo tanto se observaba al ser humano en cada una de sus partes.
A raíz de esto el conocimiento de la profesión comienza a nutrirse de conceptos de la medicina y por lo tanto comienza a tener más aceptación, pero algunos médicos de la época insistían con que la idea del uso de la ocupación como medio terapéutico era vaga y aún carecía de una explicación científica.También, desde la medicina física y rehabilitación, se entendía que la profesión tenía que enfocarse en métodos neurofisiológicos.
Tras esta situación un grupo de terapeutas ocupacionales hacen un llamado a la reorientación sobre cómo la profesión visualizaba el proceso terapéutico y se hace un llamado a enfocarse en los mecanismos internos (neurológicos, anatómicos, psicológicos) que influyen en la ejecución humana.
Así surge el paradigma Mecanicista que tiene como punto de vista focal el reduccionismo, mecanismo internos, procesos intrapsiquicos, neurológicos, kinesiológicos, etc.
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